Monday, August 15, 2011

El clima tan cambiante del trópico...

"Qué maravilla este clima de mi país!" Algunos por ahí dirán...

Hoy me levanté para recibir en mi ventana una oleada de grises, que pronosticaban un día frío y rencoroso.

Pero cuando salí del baño, me vestí con una camisa de manga 3/4, para salir y recibir un maravilloso sol al medio día.

Ahora son las 4 de la tarde y llueve, una lluvia ligera que podría deprimir a algunos, pero limpiar las heridas de otros.

Recibí el día de hoy una de esas llamadas, bueno, en realidad dos, de esas que las mujeres que acabamos de pasar por un rompimiento deseamos recibir. Y no las contesté, como dirían mis compañeros, "como corresponde".

Muchas veces este clima tan cambiante nos aliviana el corazón.

En tiempos de lucha, recurrí al autor que más me desagrada para estos temas, a un tipo de libro que me juré jamás leer. Pero es ese momento de crisis el que me motivó a eso, y fue una buena decisión. Sí, porque a veces el cambio es bueno, y en este instante lo abrazo con todo mi ser.

Hago lo que nadie espera de mí. Me visto como no suelo vestirme, me cuido lo que no me cuidaba, y me chineo como nunca lo había hecho. Me quiero como no me había querido.

He decidido no depositar mi esperanza en un desconocido, sino en una industria propia, que me haga feliz a mí. Sé que la gente que me rodea y que me quiere se alegrará también.

Anda el rumor ya, no se ha hecho muy público, pero estas lluvias tropicales me están permitiendo disfrutarme, y el temporal no durará para siempre. Ahorita ya pronto saldrá el sol y en el camino, ya me voy sintiendo feliz.

Tuesday, August 9, 2011

El día esperado llegó

Me gusta escribir mis posts con la mano en el corazón... O en el hígado...

Me da una satisfacción increíble quejarme, regodearme en la posibilidad de que este pequeño mensaje se pudiera poner allá arriba en la Interné junto con toda esa enorme cantidad de información sobre noticias, romances, chismes, historia, literatura, actualidad y antigüedad, y otros tantos razonamientos y desahogos humanos.

Pero me da una fluencia de palabra realmente increíble, que se compara no con un río, sino con una gran gran catarata.

Y desde hace muchísimo tiempo no siento la satisfacción que llegué a sentir hace unos cuantos minutos, cuando faltando 4 horas para finalizar el sexto día de mi cumpleaños, mi primer día de estas 27 primaveras, hice un recuento de mis obsequios para este año.

Recibí muchísima ropa nueva, que me ayuda en esa incapacidad propia para poder vestir bien. Soy incapaz de demostrar creatividad con mi vestuario, no puedo negar que me fascina experimentar.

Una linda cámara fotográfica, porque siempre me ha apasionado la fotografía. Siempre he querido retratar mis experiencias, y esta es mi oportunidad.

Una botija con girasoles, y ese fue el augurio de un giro en vida, ahora miro sólo al sol.

Un precioso marcador de libros, para que no se me pierda el camino en mis viajes literarios.

Una ida al cine, a ver el final de mi saga favorita, con excelente compañía.

El Arquitecto de Sueños de hoy dedicado únicamente a mí. Y galletas de la fortuna hechas a mi medida.

Y tres únicos vuelos a mis destinos favoritos, seguidos de mis ansiadas vacaciones...

Un increíblemente delicioso menú, durante varios días, que varió desde lomito saltado peruano, pollo con salsa de maple y cerezas, spaguetti supremo, pizza, queque, cheesecake, arroz arreglado y otros que ya no recuerdo.

Y la compañía espectacular de grandes amigos, gente que desde hace mucho llegó a mi vida, gente que tan sólo desde hace un par de años. Gente a la que quiero y aprecio, gente que me aconseja, que busca mi bien, que me regaña, con la que comparto todos los días, y otra que ya no veo.

Porque muchos me acompañaron en las cenas, los almuerzos, los desayunos, pero otros se tomaron la molestia de escribirme un mensaje de texto, de poner un post en mi muro y simplemente me pensaron el día de hoy.

Emiratos Árabes, Australia, República Checa, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, Costa Rica y Perú... Gente de todo el mundo pensó aunque fuera por unos cuantos segundos en mí hoy, y eso me hace inmensamente feliz.

Dejé ir a una gran ilusión pasada, y lo hice con dignidad, con soberbia y con mucho amor propio y eso vale muchísimo.

Y me dejé engalanar por una nueva mística, una nueva ilusión, que no tengo idea de a dónde me llevará, pero a estas alturas, me he dado cuenta de que no necesito un plan.

Así que me regalé a mi misma una nueva oportunidad, un chance de experimentar, de amarme a mí misma y de dejarme llevar. Un nuevo comienzo, el empezar de cero para el que tanto me he estado preparando, y eso inició hoy, con el color de mi signo en mi ropa, con el apoyo de las personas que más me importan en el mundo y todas las ganas de ser yo, finalmente yo, como quiero ser, como me quiero disfrutar y con la certeza de que lo voy a lograr.