Wednesday, June 29, 2011

Como si fuera un diario...


Hay momentos en la vida en la que muchos de nosotros necesitamos desahogarnos. Hoy ha sido mi día de catarsis, mi día de toma de decisiones, el momento inoportuno en que necesitaba dejar salir toda la basura que había en mi baúl, producto de problemas propios y ajenos, sulfures, calores, angustias y decepciones de días, meses y años atrás...

"Inoportuna" es realmente la palabra. Porque hay días en que no nos levantamos tan bien. Días como hoy, en que la felicidad no se siente, en que la tristeza abunda y en que el odio hacia el mundo entero se equipara con el odio que sentimos hacia nosotros mismos. Estoy siendo muy ruda, o es que hay alguien más en el planeta que se ha logrado sentir como yo alguna vez?

Algunos han llegado a pensar que es exceso de tiempo libre, yo simplemente detesto tener un punto de comparación, o intentar igualarme con la normal, porque nunca en mi vida he logrado ser, ver, sentir u oír como los demás. Siento en exceso, pero no veo nada. Es mi forma de ser, despistada, algo perceptiva y sumamente inusual. Y no, las reglas del mundo no se me aplican a mí. Simplemente no son útiles y las medicinas no me podrían equilibrar.

A veces olvido cosas, pero nunca a lo que amo. Y si doy lo mejor de mí, me decepciona que alguien a quien valoro no lo haga también. Me emociono, y me afecta mucho cuando los demás no sienten con esa intensidad con la que siento yo.

Desearía que hubiera alguien en el mundo que disfrutara de las mismas cosas que yo, para poder tener con quién compartir, pero detesto que me impongan cosas, que me obliguen a seguir esquemas, porque amo las sorpresas y usualmente mis mejores momentos los he vivido sin planes y sin estrategias. He vivido mejor así.

Me evito los problemas a toda costa, lo que me ha hecho muy tolerante, pero aborrezco cuando la gente me queda mal. Siempre. No hay cosa que me haga sentir peor en el mundo. Porque intento a toda costa no quedarle mal a los demás.

Intento sonreír desde adentro, con ganas, y sin preocuparme de si en unos 3 o 5 años esa carcajada me produzca líneas de expresión. Porque cada instante se disfruta tan sólo una vez.

Trabajo por el dinero, creo que como todos los demás, pero nunca tengo, siempre me falta, porque me encanta comprar regalos, hacer que los que quiero se sientan pensados y presentes en mi vida y qué mejor forma? Algo encontrado en el azar, justamente para alguien especial.

Creo que simplemente no estoy hecha para vivir en sociedad. Porque hoy odio a las personas a las que sirvo, hoy no disfruto de una pasión, hoy perdí el interés en servir a los demás. Hoy no encontré belleza en mi rostro, ni en mi cuerpo y mucho menos en mi interior. Hoy no quedó nada en mí de lo cual sentirme orgullosa ni por lo cual sentirme feliz. Hoy no fue un día para planear una conquista, ni para hacer cambiar a alguien de opinión y mucho menos para buscar una inspiración.

Hoy se trató de un desahogo, de un descanso a la pasión y a la intensidad con la que vivo o trato de vivir cada uno de mis días. Y por dicha ya falta una escasa hora y media para que el día se acabe, porque vivir así cansa y deprime y no quiero eso para mí.

Mañana será otro día.

No comments:

Post a Comment